Gradius Advance / Análisis (GBA – 2001)

Los Gradius han sido realizados para múltiples consolas y formatos desde siempre y no es extraño que le tocará a la Game Boy Advance, que parece ser la consola elegida por Konami para realizar todos sus proyectos (entre un 30% de los juegos de esta consola son de Konami).

Mobile21 es la sub-compañía perteneciente a Konami encargada de la realización de Gradius Advance.

Esta nueva versión posee una gran calidad y utiliza el hardware de la consola excepcionalmente, pudiéndose observar efectos no vistos hasta la fecha en GBA como cierta explosiones, giros en las naves y fondos y transparencias.

El nivel de detalle es muy alto, pudiendo apreciar hasta la última piedrecita del suelo e incluso ver perfectamente la cabina de la nave, y eso que esta es diminuta.

Otro punto bastante bueno es la nula ralentización que sufre el juego aunque estemos rodeados de docenas de naves, disparos y lasers, aspecto que casi siempre suele fallar en este tipo de títulos y que visto de otro modo pueden llegar a ayudar en ciertos momentos.

Gradius Advance incluso llega a superar a la entrega de PS2, lógicamente no en gráficos, pero sí en adicción, medición de dificultad y jugabilidad, que está perfectamente ajustada para cada tipo de jugador.

Un punto curioso es que esta entrega es realmente portátil, es decir, que nos permite dejar de jugar en el momento que queramos y más tarde podremos retomar la partida por el mismo sitio donde la dejamos.

Esto es posible gracias a una muy útil opción que nos permite elegir la fase, e incluso el punto exacto desde donde queremos empezar a jugar, por lo que podremos retomar la partida sin ningún problema. Para las personas un poco “torpes” o para los curiosos han incluido una opción que nos muestra cómo pasar correctamente las fases y final boss, aprendiendo así mejores tácticas o descubriendo cómo se pasaba esa nave que siempre nos mataba.

Como suele suceder en esta saga. La historia es inexistente. Tan sólo empezaremos a pegar tiros por el espacio y a cargarnos cientos de naves sin más y sin conocer el por qué tenemos que pasar por esos planetas llenos de enemigos por sus cuatro costados.

Este aspecto del guión sólo lo poseían las versiones para el extinto ordenador MSX en el que sí podíamos disfrutar de una trama principal con personajes, protagonistas y malos como debe de ser, he incluso conseguían enganchar al jugador de una entrega para otra con la genial saga de Venom.

La música de esta entrega es uno de los mejores puntos del juego, aunque la calidad instrumental no es gran cosa. Los temas que se escuchan en cada fase son muy pegadizos y recuerdan bastante a los oídos en el MSX por lo que todo nostálgico de esta saga flipará escuchándolos.

OPCIONES DE JUEGO

En las opciones de juego destacaría que tendremos a nuestra disposición cuatro tipos de naves: la media (que es la óptima para todo tipo de jugador), después tenemos la de ataques de efecto abierto (que se expanden), también está la nave de alto poder (que posee ataques lentos pero devastadores) y por último la de aire-tierra (para jugadores avanzados).

Como siempre, disponemos de las “Option”, que son unas bolitas que tendremos que ir consiguiendo que nos ayudarán en gran medida disparando la misma arma que tengamos en ese momento, como si de otra nave aliada se tratase.

También podremos elegir entre dos tipos de barreras, una que sólo cubre la parte delantera pero que su duración de impactos es bastante elevada y otra que cubre toda la nave pero que al tercer impacto será destruida.

Las fases son 8 en total, cada una de ellas con una extensión diferente, siendo la octava la más larga con diferencia. En cada mundo vemos las cosas típicas de la saga, como la fase de los soles, la de los volcanes, la fase final totalmente característica de la saga (con los movimientos de paredes y el aparatejo que se encuentra justo antes del final que intentará pisarnos-aplastarnos) y como no podía ser de otra forma la famosa fase de los Moais que, desde luego, no puede faltar en ningún Gradius.

En fin, pese a todas las virtudes que posee esta entrega, no tiene nada que hacer frente al sublime Gradius Gaiden de PSX, que es toda una maravilla en gráficos, música, duración y jugabilidad.

A pesar de eso, este Gradius Advance es una gran opción y la segunda mejor entrega de la serie Gradius.