Análisis PC XBox

Scrapland / Análisis (PC, XBox)

Durante el año 2004 se sabía que una desarrolladora española, Mercury Steam, andaba enfrascada en el desarrollo de un juego de acción futurista. Incluso se sabía que iba a llamarse Scrapland. Lo que no se esperaba es que se fuese a tratar de una producción al nivel de los más grandes de la época y, además. lleno de imaginación y con muy buenos toques de humor.

El desarrollo de Scrapland se había guardado en el mayor de los secretos hasta casi su lanzamiento. Tal vez ello se deba a la experiencia previa de Mercury Steam con Blade: Edge of Darkness, un juego que creó inmensas expectativas y mucho ruido mediático pero que acabó un tanto diluido, en parte por una funesta combinación de campañas promocionales prematuras, retrasos, cambios de opinión y problemas de diseño. Lamentablemente aún lo tengo en mi lista de pendientes, así que no puedo hablaros demasiado de él.

Esta vez, estaban decididos a no quemar el juego antes de tiempo y eso explica que Scrapland llegase a nuestros discos duros sin apenas expectativas ni información previas. Es decir, que privaron a todo el mundo del placer de esperarlo durante meses, pero no del de descubrirlo de golpe y empezar a disfrutar de un gran juego.

American McGee

Lo que si hicieron los desarrolladores de Scrapland fue enseñarle una versión temprana de su juego a uno de los nombres propios indiscutibles de la industria del software, American McGee. El ex de ID Software y creador de Alice quedó tan impresionado por lo que vio, que decidió colaborar en el proyecto e incluso ofreció su nombre para darle mayor relevancia al título. Así pues, el juego fue vendido bajo un vistoso epígrafe: American McGeess Presents Scrapland.

Estrategias promocionales al margen, el de Mercury Steam es un gran luego, entre otras cosas, por la habilidad con la que disimula sus muchas virtudes, puesto que aunque en un principio no lo parezca, las tiene. A diferencia de lo que intentan muchos otros títulos, éste se esfuerza en parecer mucho más simple de lo que en realidad es. En el fondo, resulta complejo y de diseño intrincado, pero al jugador se le hace sencillo. Eso se debe a un sistema de control reducido a sus aspectos más esenciales y a un tinte de humor que no debe llevarnos al engaño; pese a sus ingeniosos diálogos y a su gusto por las situaciones absurdas y un tanto desquiciadas, se trata de un juego bastante serio, lejos de las típicas producciones oportunistas de serie B basadas en la peli mala de turno.

¿De qué va Scrapland?

El protagonista de la función es un tal D-Tritus, un robot que acaba de hacer realidad el sueño húmedo de toda criatura con corazón de metal: aterrizar en un planeta habitado sólo por robots. En este paraíso cibernético se dispone de bases de datos de cada uno de los habitantes, así que, si alguien muere, puede ser resucitado de forma automática… ventajas no sufrir una muerte cerebral. Controlaremos todo mediante un perspectiva en tercera persona que es ideal para este juego

Poco después de la llegada de D-Tritus al planeta Quimera, el arzobispo local es asesinado. Cuando van a resucitarlo, sus metálicos feligreses descubren con horror que sus datos han desaparecido de la base de datos. Como es de esperar, la trama se complica y el personaje que tú controlas se va viendo cada vez más implicado en ella. Pese al tono de farsa un tanto pasada de vueltas, lo cierto es que el juego tiene un guión muy elaborado y lleno de sorpresas, conspiraciones y falsas apariencias, muy en la línea de cualquier serie de televisión de ficción posterior a Perdidos.

La ciudad de Quimera está dividida en cuatro distritos, que son el comercial, el industrial, el centro de la ciudad y el cementerio. Obviamente, la ciudad no llegaba al tamaño del mapa de GTA: San Andreas, pero tampoco es necesario.

Yo robot

Al poco de empezar el juego, descubres una de las posibilidades más interesantes que te ofrece el manejo de D-Tritus: puedes utilizar cualquiera de los terminales que irás encontrando en casi todas partes para hacer que se convierta en otro personaje. Esto influye lo suyo en el desarrollo del juego, ya que cada uno de los personajes en que puede convertirse dispone de habilidades propias, algunas de ellas tan originales como hilarantes. D-Tritus puede entrar en un estado que le permite atravesar el material robótico para ocupar el cuerpo de otros. Hacerse pasar por otro robot es un delito, así que será mejor que no nos pillen.

Cual espíritu maligno, podemos ocupar cuerpos, salvo que aquí el tema es algo menos siniestro de lo habitual.

Cual espíritu maligno, podemos ocupar cuerpos, salvo que aquí el tema es algo menos siniestro de lo habitual.

A pesar de que Scrapland es un juego de diseño muy abierto, existen una serie de misiones principales muy fáciles de seguir, ya que en todo momento tienes una flecha de color amarillo en un pequeño radar que te indica por dónde debes ir si quieres avanzar.

Habrá varios personajes principales con los que interactuaremos bastante. Entre ellos están Betty y Berto. Betty tiene la habilidad especial de generar una explosión con una gran onda expansiva para eliminar a todo lo que se encuentre cerca de ella. Berto puede girar sobre sí mismo creando una luz cegadora que será útil para escapar de situaciones complicadas.

Estas tareas centrales deben realizarse tarde o temprano, pero dispones de libertad para aplazarlas y dedicarte a cualquier otra cosa que te divierta. Puede que en algún momento tengas la sensación de jugar misiones algo repetitivas, pero siempre hay algún elemento sorpresa que las hace algo distintas.

Aunque es muy probable que descubras estrategias de juego que funcionan casi en cualquier situación, lo cierto es que vale la pena experimentare e ir probando cosas nuevas, porque el juego es rico en posibilidades y algunas de las maneras de superar misiones pueden resultar bastante curiosas. Por ejemplo, puedes esforzarse en avanzar solamente a base de ingenio, sin pegar un tiro, o superar situaciones comprometidas a base de sobornos, obviamente intentando que no salgan demasiado caros.

En general, un pequeño punto negro del juego es que todas esas posibilidades acaban por difuminarse a medida que vamos haciendo misiones, ya que casi todas las misiones siguen un esquema muy parecido. El juego no durará tanto como para que pensemos en abandonarlo, pero puede que nos acabemos cansando de los planteamientos de algunos tipos de misión.

La fauna de Scrapland

Los robots que pueblan Quimera no son  muy variados, pero su diseño compensa de sobra que el número de modelos no sea tan numeroso como nos gustaría. Tanto las animaciones como el modelado de los personajes era sobresaliente en el año de lanzamiento del juego, aunque algunos tienden a moverse de un modo bastante repentino, como si se hubiesen tomado un par de latas de alguna bebida energética mezcladas con un tripi.

Nada como una refrescante birra de aceite.

Nada como una refrescante birra de aceite.

En el mundo de Scrapland podemos encontrarnos a personajes tan peculiares como los vigilantes, que son una especie de drones cuya función es la de señalar a los robots que hayan cometido algún delito para que los policías de la ciudad los persigan.

Por otro lado tenemos a los banqueros, que pueden robar dinero situándose detrás de su víctima (casi como en la realidad). No tendrán que hacer nada, ya que el dinero fluirá directamente a sus bolsillos.

Algo que sí es muy mejorable es la interacción con estos tipos de robots, siendo idéntica para casi todos y bastante repetitiva.

Las naves de Scrapland

Al comenzar Scrapland iremos a un taller de chatarra de un robot  llamado Rusty. En este taller podremos construir vehículos y, aunque comenzaremos con una nave muy básica, podremos construir nuevas naves en función de los panos que nos vayamos encontrando. También podremos equipar nuestras naves con nuevas armas o mejoras de motor a medida que vayamos completando misiones en el juego. Tendremos que lograr un equilibro entre poder de ataque, peso y resistencia de la nave. Necesitaremos configuraciones de naves distintas para diferentes situaciones, por lo que podremos guardar distintas naves para los momentos más apropiados. Lo cierto es que aportan mucha variedad al juego.

Los paseos en nave por el exterior son todo un lujo.

Los paseos en nave por el exterior son todo un lujo. Sí, como veis también hay misiones tontas de matar a cierto número de enemigos de un tipo.

Los combates entre naves ocupan un lugar destacado en el juego y a la vez es todo bastante sencillo. Moviendo el cursor controlaremos la dirección de las naves, que se moverán de un modo muy suave. El sistema de apuntado es semiautomático y permite que nos enfrentemos a múltiples enemigos sin vernos superados por la situación.

Los combates con otras naves nos llevarán por todo tipo de atajos y, a medida que avancemos en el juego, obtendremos nuevas naves para pilotar. Además, en cuanto empecemos a volar entre los futuristas edificios de Quimera, comprenderemos hasta qué punto ha llegado el desarrollo de Scrapland, ofreciendo unas vistas espectaculares. Las fases de naves fueron revolucionaras desde el punto de vista gráfico, o al menos lo eran en el año de lanzamiento del juego. Nos sentiremos como si estuviésemos atravesando los rascacielos de la película Blade Runner.

Sonido

La banda sonora del juego usa temas electrónicos que van acorde con la temática del juego. La música se adapta a los distintos tipos de situaciones que presenta el juego, siendo pausada cuando tiene que serlo y transmitiendo tensión en situaciones complicadas. El número de temas podría ser mayor, pero escuchar una emisora de radio actual resulta una experiencia bastante más repetitiva.

Los efectos de sonidos no destacan, pero cumplen su cometido. En donde destaca el juego es en el doblaje al español, contando con dobladores de grandes actores de la gran pantalla, dotando así a los personajes de una personalidad marcada que da bastante juego en las cinemáticas.

Multijugador

Debido al sistema de combate entre naves que incorpora Scrapland, hay también un modo multijugador dedicado a ésto que no está de más probar, aunque en la actualidad es muy difícil encontrar jugadores. Además de enemigos, nos encontraremos con munición, recargas y powerups para hacer más interesantes estos modos multijugador. En solitario o por equipos, te enfrentas a otros jugadores en los típicos modos de juego (deathmatch, carrera…), destacando una variante del modo capturar la bandera

Momento Descent... o Forsaken.

Momento Descent… o Forsaken.

No necesariamente ganará la partida el jugador con mejor puntería, ya que un jugador con una nave rápida y bastante habilidad a la hora de pilotarla puede moverse con libertad sin apenas recibir daño.

Diferencias entre las versiones de PC y XBox

A pesar de la que la versión de XBox dispone de menor resolución, apenas se reduce la calidad gráfica en la consola de Microsoft con respecto a la versión de PC del juego. Quizás haya alguna ralentización cuando se presentan muchos elementos en pantalla o cuando vamos pilotando una nave mientras un montón de naves de otros robots pasan a nuestro alrededor, pero eso es todo.

En cuanto al sistema de control, para controlar a D-Tritus lo más cómodo es usar el ratón, pero a la hora de pilotar una nave, tanto el ratón como el mando darán un resultado excelente.

Algo que sí podía echarse de menos en XBox es que el modo multijugador está limitado al modo local, teniendo que jugar en pantalla partida.

En resumen

Scrapland fue un buen juego que pasó bastante desapercibido en su día. Original como pocos y con unos gráficos y un sistema de control excepcionales, era mucho más entretenido que el típico clon de GTA de turno. Sin embargo no debemos caer en el error de comparar a Scrapland con GTA, ya que en el juego que nos ocupa apenas hay misiones secundarias, estando todo bastante cerrado en torno a una historia principal. Hay tareas secundarias, pero no tendrán la envergadura que tienen en el juego de RockStar. Si no lo habéis probado, hacedlo, que además es un producto español.

Scrapland [2004]
8.5
Excelente
Analizado por

EduZRO

Ingeniero informático y también jugador de PC de la vieja escuela. Odiaba las consolas, pero un día se compró una PSP y actualmente tiene 2 consolas más, aunque no ha tardado en volver a sus orígenes. Con hábitos nocturnos, le encantan las nuevas tecnologías e iniciar nuevos proyectos.

2 Comments

  1. Varok dice:

    Gran análisis!

    no habia escuchado hablar de este juego (como no tengo Xbox y mi Pc es una patata, tampoco me suelo interesar por los titulos de estas plataformas) pero parece curioso.

    Los diseños de los robots me recuerdan ligeramente a la peli aquella de Pincocho 3000 o algo asi, que era mala de cojones… Y las frases que hay en las capturas parecen sacadas de Futurama xDDDD

    El juego pinta bien, a ver si saco tiempo…

  2. EduZRO dice:

    Siendo un juego de hace 11 años no creo que tengas problemas para hacerlo funcionar. Es uno de esos juegos en los que no se han gastando demasiado en promocionarlo… y la verdad es que ha caído en el olvido. Al principio no me llamaba mucho el tema de la ciudad de robots… vamos, que hay que darle la oportunidad.

    Tiempo…. creo que está claro que no vamos a poder jugar a todo en una sola vida. Hacerlo sería mi mayor motivación para hacerme con una gran fortuna XD

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