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Consejos para O.R.B: Off-World Resource base

Estrategia en el espacio. O.R.B. es eso y un poco más. Gráficos de lujo y dos razas en conflicto. Saca a relucir tus galones de coronel intergaláctico y prepárate para dar lo mejor de ti mismo entre asteroides, naves nodrizas y enemigos con mala uva.

Puede que recuerdes un juego llamado Homeworld. Si es así, O.R.B. te resultará familiar. Más que nada porque ambos se decantan por un tipo de estrategia, la espacial, en la que debes dominar de igual manera un entorno completamente tridimensional y una serie de naves que surcan el mapa en busca de enemigos o recursos para avanzar en tu carrera científica.

Los gráficos de primera línea y la muy adecuada banda sonora tal vez sean lo que más llama la atención. A grandes rasgos, la mecánica del juego es la siguiente: a partir de una nave nodriza, debes ir construyendo tu pequeño imperio espacial. Para ello, hay que hacerse con cierto tipo de recursos e ir avanzando poco a poco en el extenso árbol tecnológico.

Asteroides en el cielo

Los recursos se obtienen de los asteroides que vas encontrando. Eso sí, no todos los asteroides son válidos. Lo primero que debes hacer nada más comenzar la partida es enviar una nave de reconocimiento para saber si los minerales son o no válidos como fuente de recursos. Una vez hecho esto, deberás crear una base minera gracias a la cual podrás transportar tu nueva fuente de riquezas a la nave nodriza.

Si dominas el control de recursos, ya ten­drás media partida ganada. Es importante también que juegues los tutoriales del juego. Son guías muy completas para saber desenvolverte en el mundo de O.R.B. Y no te fíes; aunque seas un maestro en Homeworld o en cualquier otro título de esta clase, O.R.B. tiene una serie de peculiarida­des que debes aprender a dominar.

Una buena idea para comenzar con buen pie en tu carrera como colono espacial es poner las naves científicas en modo auto­exploración. De esta forma, enseguida detectarás qué asteroides sirven como fuentes de recursos. Hecho esto, sólo mineras para transportar el mineral de la forma más rápida posible.

Aunque puede parecer fácil, en realidad no lo es tanto. A la hora de jugar, debes tener en cuenta un detalle: la cantidad de unidades disponibles depende directa­mente de tu número de bases. Puede sonar a obviedad, pero piensa por un momento que si el enemigo destruye alguna de tus unidades, perderás la posi­bilidad de construir nuevas naves y, por consiguiente, de investigar con mayor rapidez.

En O.R.B. hay una máxima que se cumple al dedillo: cuantas más naves de carga tengas, más rápida­mente recolectarás los recursos. Esta máxima se puede aplicar tanto a tu ejército como al del enemigo, así que tenlo en cuenta. Ataca don­de más duele: destruye sus cargueros para evitar su crecimiento.

Es importante que no gastes todas tus unidades de recursos a lo loco. Muchas veces, incluso cuando menos lo esperas, tu enemigo puede darte una sorpresa y acabar con toda tu base de golpe y porrazo. En ese caso, vas a necesitar las unida­des para establecer una nueva colonia minera.

Maniobras en la oscuridad

Tan importante como la recolección y la economía es el combate. Para evitar disgustos, no te olvides de que jugar con una u otra de las razas puede variar sensiblemente. Jugar con los malusianos o los alisios te llevará a plantear tu estrategia de una u otra mane­ra. La tecnología y, sobre todo, la actitud de la raza dictarán tu combate. Los malusianos son guerreros con gran potencia de fuego. Los alisios, mucho más intelectuales y reflexivos, cuentan con una tecnología superior. Además, gracias al espionaje, podrás tener acceso a unidades que de otra manera estarían restringidas. Contarás con un total de 50 unidades, 20 de las cuales son únicas para cada raza.

Manejar tal cantidad de unidades es tan efi­caz como sencillo. Un menú desplegable en la parte superior de la pantalla te permite asignar el comportamiento de tus naves a golpe de clic, sea éste «kamikaze» o esencialmente defensivo. Gracias al clásico mapa en 30 pue­des localizar fácilmente la posición de tus hombres. Las batallas destacan tanto por su espectacularidad como por su verosimilitud. Por ponerte un ejemplo: en el caso de que destruyas una nave enemiga, verás cómo los restos flotan por el espacio infinito como si éste fuese un enorme basurero.

EduZRO

Ingeniero informático y también jugador de PC de la vieja escuela. Odiaba las consolas, pero un día se compró una PSP y actualmente tiene 2 consolas más, aunque no ha tardado en volver a sus orígenes. Con hábitos nocturnos, le encantan las nuevas tecnologías e iniciar nuevos proyectos.

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