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Micropagos a tutiplén

Blake Jorgensen, el Jefe de Finanzas de EA, declaró que “La siguiente gran pieza en nuestro negocio son las micro-transacciones dentro de los juegos […] estamos introduciendo este sistema de pago en nuestros juegos como algo dentro de su desarrollo, ya sea para conseguir un nivel más alto, poder comprar un nuevo personaje, un camión, un arma, o lo que sea […] los consumidores están disfrutando y apoyando este modelo de negocio”.

El modelo de negocio free-to-play consiste en tener juegos gratuitos, pero incluyendo micropagos para progresar o avanzar más rápido. En un principio se vio como algo muy arriesgado, pero cada vez está adquiriendo más relevancia y muchas grandes compañías lo están comenzando a ver como una gran fuente de obtener ingresos.

Sin embargo, esto sólo acabará provocando que acabemos perdiendo los videojuegos tal y como los conocemos ya que, a pesar de parecer un sistema positivo para los usuarios que podían jugar sin pagar, cada vez son menos los modos a los que acceder. Otros aspectos negativos son que se elimina esa satisfacción al obtener un logro en el juego (todo puede comprarse con dinero), no hay apenas competitividad y los jugadores que más han pagado son los que más éxito tendrán.

Hay quien lo está haciendo bien. Por ejemplo, un sistema de micropagos bien optimizado es Candy Crush, donde pagando se facilita el juego o se obtienen mejoras, pero realmente no es necesario hacer ningún gasto en él y es totalmente gratuito (no es por hacerle publicidad, que ya sé que todos odiamos las invitaciones que nos llegan en Facebook). Sin embargo, hay otros donde prácticamente lo único que te regalan es la demo y te van “desangrando” hasta que acabes pagando más que lo que valía el juego entero en un principio.

Además, hay que tener en cuenta un pequeño problema que se da en este sistema y que es bastante dañino. Todo el mundo tiene un hermano/primo pequeño que te pide el móvil para echar una partida al Fifa 14 o al Real Racing 3 o a la típica madre que se acaba de comprar un móvil que no entiende y ya está enganchada al Diamond Dash. El fallo está en que no hay un control parental y las opciones de compra suelen estar debajo de botones grandes y brillantes que dicen «Consigue más monedas!». Por esta razón, no es una buena idea tener asociado un número de tarjeta. Igual es un poco fuerte decir que los desarrolladores quizás se aprovechen de ésta situación y se cree que es algo accidental, pero ¿hasta qué punto lo es realmente?

¿Funcionará ésto para las consolas? ¿Se convertirán nuestros juegos en las tragaperras del futuro?

Noemn

Le encanta el rol y los juegos de estrategia por turnos, pero odia los FPS que son demasiado simples o sin sentido. Cree que todo buen juego debe tener una buena historia o en su defecto, una mecánica de juego innovadora. De vez en cuando al hemos pillado con juegos casuales en su teléfono móvil, pero dice que se instalan solos.

4 Comments

  1. neeonez dice:

    El problema es que si lo hacen, es porque funciona. Una pena para los jarcors más veteranos a los que nos va demasiado esto de pagar por camisetas ficticias y que queremos nuestros juegos, a ser posible, en su caja y con su manual.

  2. vainas dice:

    El problema es que los jugadores «de toda la vida» somos muy, muy pocos. La mayoría no se para a pensar en estas cosas y tira para adelante con lo que haya. Para mí un juego que venga completo, con una historia para 1 jugador bien hecha y sin DLCS ni mierdas es un juego al que darle una oportunidad, pero no lo veremos en las listas de ventas.

    El sistema puede ser bueno. Por ejemplo, podrían vender el Call of Duty por separado: 30 euros el multi, 15 la campaña individual… este modelo no lo vería mal. Todo va a ir hacia la compra de objetos en el propio juego, es el modelo que la industria ha escogido y el que los jugadores apoyan (¿cómo lo llamamos, Free-to-play o «Freemium»?).

  3. Enhiure dice:

    Pues por muy popular que sea, a mí me parece una mierda. Como un piano de grande, añado. De hecho, fue una de las razones por las que dejé de jugar al WoW.

    A mí no me importa pagar X por un juego y X por una suscripción online o por una expansión, pero no me gusta que si quiero tal o cual cosa tenga que pagar dinero sí o sí. Veía mejor que fueran cosas difíciles de conseguir, pero conseguibles sólo mediante el juego.

    Pero claro, dinero es dinero, y si la gente lo paga…ahora ya vas a cualquier Game y sólo hay veinte variedades de tarjetas para comprar mierdas ingame desde el D3 hasta el FarmVille.

    Con la coña de los micropagos y los juegos online, lo que sacan en muchos casos son juegos llenos de bugs, porque total ya lo solucionarán con parches y demás, cosa que antes no pasaba.

    Y ya me callo, que parezco la abuela cebolleta con los oldtimes…

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