Análisis PC

Crimson Skies / Análisis (PC)

En la dimensión paralela creada por Zipper Interactive, también creadores de la saga SOCOM, nunca existieron los felices años veinte. Este juego los describe como un época de caos y violencia, un periodo ideal para piratas aéreos: tipos que, con una mano en la ametralladora y otra en la botella de champán, dominaban el cielo. Crimson Skies fue lanzado a finales del año 2000 y dentro de los fans del género supuso una pequeña gran revolución que a día de hoy apenas es recordada. Se trata de una obra maestra que lleva más de 15 años oculta entre las sombras.

Aprovecharé estas primeras líneas para contarnos lo complicado que me ha resultado hacer que este juego funcionase en Windows 7 con aceleración 3D. Dado que en mi habitación apenas tengo privacidad y mis padres entran cuando quieren, me he tenido que inventar una gran cantidad de excusas para decirles que estaba trabajando y no haciendo que Crimson Skies funcionase durante mis horas de trabajo. Lo sé… es lamentable que me controlen y más aún si tenemos en cuenta que tengo 30 años y que además aún vivo en casa de mis padres. De todos modos, aún es peor si entran y estoy disfrutando de contenidos para adultos o haciéndome una manola, que es cuando hago pleno uso de mis reflejos adquiridos con los shooters de finales de los 90 para taparme como pueda.

Más o menos lo mismo me ha pasado mientras jugaba, pero cuando me han preguntado que a qué jugaba tras escuchar el ruido de los disparos, no sabía si contarles que estaba con un juego de acción o con un simulador de vuelo. Además tampoco sabía muy bien si los aviones del juego eran de la primera o de la segunda guerra mundial. Lo que está claro es que se trata de un juego de acción trepidante en el que hay que luchar contra el enemigo y no contra el teclado, como en muchos simuladores. Aprenderse un manual de 150 páginas y combinar series de 20 teclas tendrá mucho mérito, pero es algo que no encaja con el concepto de diversión de todo el mundo.

Pues las figuritas del juego de mesa parecen bastante curradas, no como las casas del monopoly, que son cada vez más cutres.

Pues las figuritas del juego de mesa parecen bastante curradas, no como las casas del monopoly, que son cada vez más cutres.

Según algunos entendidos, estos aviones deben ser de poco antes de la guerra del 39, aunque en el bar de al lado de vuestra casa seguro que hay unos cuantos iluminados que os podrán dar una fecha más exacta si le habláis un poco del juego. El caso es que más o menos tienen razón a medias, porque el juego transcurre en el año 1937, pero no de este mundo, sino en una especie de dimensión paralela cuya historia es similar a la nuestra.

Vayamos por partes. Resumir el argumento de Crimson Skies diciendo que es una historia de piratas del aire que aportan, a tiro limpio, un poco de sentido común a un mundo caótico seria algo injusto, pero ahí queda el dato. Claro está que en Crimson Skies hay mucho más, y seguro que eso se debe, en gran medida, a que antes del juego de ordenador ha habido un excelente juego de tablero de Crimson Skies creado por FASA, que como ya sabréis, son los creadores de Battle Tech. De hecho, es tan popular en Estados Unidos que incluso existe una colección de miniaturas dedicadas a él y alguna que otra novela con los pilotos del juego como protagonistas.

El juego de mesa

Crimson Skies es, además de un gran juego para PC, un juego narrativo de tablero que tiene una gran comunidad de seguidores en Estados Unidos. Los principales ingredientes del juego son mucha imaginación y unas reglas de combate y aventura un tanto complejas, pero bastante flexibles. En el año 2003 también salió una versión del juego para XBox con una historia distinta y unos gráficos mucho mejores.

En el mundo de Crimson Skies, la rica y a la vez despoblada región Pacífica bombardea con sus zepelines a su vecino; el reino de Hollyhood. Mientras tanto, Hawái y Filipinas se enfrentan al mismo tiempo con Japón y con todos aquellos que quieren destruir el fragmentado Imperio Americano. Por su parte, otra nación acaba de firmar un tratado con el estado de Sioux de Lakota que permitirá a los indios dominar la América del siglo XX. Vamos, un rollazo digno de tele novela.

El argumento de Crimson Skies

Tanta literatura deja su poso y por eso la conversión a juego de ordenador se beneficia de un argumento sólido y muy trabajado que te engancha bastante desde el principio. Aunque el juego empieza a finales de los 30, la historia se remonta a diez años antes, cuando todo empieza a torcerse en los antes prósperos Estados Unidos. Un terrible conflicto entre regiones ha hecho que todas las comunicaciones terrestres queden cortadas y que la única vía de comercio y transporte de pasajeros sea la aérea El ejército se ha convertido en una fuerza mercenaria que se vende al mejor postor y dos grandes facciones se enfrentan a muerte: el gran capital contra una alianza de cristianos y comunistas. Sin duda son buenos tiempos para los piratas del aire y cazadores de fortunas.

Puede parecer rudimentario, pero ya nos gustaría a cualquier de nosotros tener un descapotable así.

Puede parecer rudimentario, pero ya nos gustaría a cualquier de nosotros tener un descapotable así.

Nosotros seremos un Fortune Hunter, que son piratas voladores liderados por el valiente Nathan Zachary, siendo ahí donde entramos nosotros, porque nos ha tocado el difícil papel de encarnar a este Don Juan. Un personaje que no ha hecho más que acumular medallas desde que se convirtiera en piloto de combate a los 16 años. Tras participar en la Gran Guerra y luchar en el frente ruso, Nathan volvió a los Estados Unidos, donde su indignación por el abuso de poder de los ricos y privilegiados lo convirtió en un moderno Robin Hood. La única diferencia con el de Sherwood es que Nathan se queda todo lo que roba a los ricos y se lo gasta en mejoras para su avión. Se trata del típico tío seductor que vive al margen de la ley y que roba casi tantos corazones como tesoros. De hecho. Crimson Skies recoge el espíritu de las antiguas películas de piratas, sólo que sustituye los galeones españoles cargados de oro por zepelines.

¿Cómo se juega a ésto?

Vayamos a lo esencial. Es sencillo, se trata de un juego de acción y aventura en el que debes realizar 24 misiones diferentes. No es un curso de pilotaje virtual ni una sucesión de campañas estratégicas, aunque el juego sí te pide un cierto dominio de tu avión y algo de sentido común. Por ejemplo. atacar a uno de los zepelines que surcan el cielo es toda una experiencia. Estamos hablando de enormes fortalezas voladores repletas de helio y con la lona reforzada por una capa de tejido Kevlar, o sea, auténticas moles que requieren cierta táctica.

Los ataques a estos mastodontes deben realizarse al más puro estilo Wing Commander, eliminando primero los aviones que protegen la plataforma de lanzamiento del zepelín para luego centrarse en acribillar los dirigibles. También es muy útil destruir alguno de los motores, ya que eso permite inmovilizar el objetivo. Como todo buen piloto, confía en tu instinto (al igual que Luck al destruir la estrella de la muerte en Star Wars) y, eso sí, no olvides un detalle esencial: ni se te ocurra pasar entre un zepelín enemigo y tu base de operaciones (que es otro zepelín llamado Pandora), ya que verse envuelto en el fuego cruzado entre las dos naves es un suicido y en esta ocasión no tendremos a R2 para reparar los desperfectos.

Admito que he jugado con la cámara exterior, pero la interior es la más espectacular para muchos.

Admito que he jugado con la cámara exterior, pero la interior es la más espectacular para muchos.

Los aviones que toman parte en la contienda poco tienen que ver con nada que haya conocido la historia de la aviación, aunque algunos recuerdan a los proyectos secretos de la Luftwaffe e incluso se utilizan nombres de compañías reales que sonarán a los buenos aficionados, como Focke-Wulf o McDonnell.

Podrás pilotar un total de 11 aviones distintos, aunque la mayoría de ellos no están disponibles al principio y tendrás que ingeniártelas para conseguirlos. Algunos podrás comprarlos con el dinero que ganes, otros los robarás directamente de sus hangares e, incluso, serás capaz de construir aviones como los de los enemigo gracias al espionaje… vamos, casi como en la realidad. Comprar aviones es una buena opción si lo que te gusta es pilotar prototipos distintos, pero también resulta muy entretenido quedarse con una de las máquinas del menú inicial y comprar piezas nuevas para configurarlo a tu gusto como si se tratase de un juego de tuning para ricos. De hecho, es perfectamente posible completar el juego sin cambiar de avión. Todos los aviones, sin excepción, disponen de un motor casi tan potente como el de un caza de la actualidad y pilotarlos es relativamente sencillo.

Si eres un experto en simuladores aéreos, tus conocimientos también te resultarán útiles, por supuesto, pero no esperes aplicar aquí las reglas de combate básico de Chuck Yeager. Hay un montón de motivos por el cual un avión real se estrellaría, pero Crimson Skies te da un montón de facilidades para corregirlos, por lo que casi siempre es posible remontar el vuelo para volver para situarte de nuevo en la primera capa de nubes.

Otro detalle que le quita algo de realismo a la simulación es el modelado de los daños, tanto el propio como el de los enemigos. Es increíble lo que llegan a resistir estos aparatos. En algunos momentos te sientes como uno de los personajes de la película Memphis Belle, emocionado y con las lágrimas saliendo de tus ojos porque tu avión siga en combate con un ala destrozada casi por completo. A lo mejor este detalle indigna a los incondicionales de la simulación pura y dura (que en los tiempos que corren tampoco son demasiados), pero el caso es que ayuda a que los combates sean mucho más adictivos, que es la baza principal de este juego.

La vista desde la cabina (cockpit o pollagujero), transmite bastante.

La vista desde la cabina (cockpit o pollagujero), transmite bastante.

Algo parecido ocurre con la munición de los cañones y de las ametralladoras: apenas respetan las leyes de la física, ya que se propagan en línea recta como si fuese un rayo láser en el vacío. Una vez más, los desarrolladores han pensado que una pequeña rebaja en la dosis de realismo haría que el juego fuese más atractivo y jugable por un público mucho más amplio, como podría ser el del juego de mesa. Y en mi opinión al menos, han acertado, ya que Crimson Skies es un juego capaz de dejarte pegado a la silla durante horas.

El día a día de Nathan Zachary

Como líder del escuadrón de los Fortune Hunters, tendrás a todo un grupo de valientes pilotos a las órdenes o ,mejor dicho, a tu servicio. No hay comandos para el resto de miembros del grupo, con lo que no puedes decirles lo que tienen que hacer. De todas maneras, te informarán de algunos de sus derribos y se desvivirán para avisarte sobre los enemigos que tengas alrededor. A esta inestimable ayuda verbal hay que añadirle las posibilidades que ofrece el Spyglass, un espejito virtual que permite saber fácilmente donde están y adónde se dirigen los objetivos que vas seleccionando.

Pero si en algo Crimson Skies se parece mucho más a una superproducción de Hollywood que a un simulador de vuelo convencional es en su original diseño de misiones. Tendrás que asaltar zepelines enemigos para rescatar a científicos secuestrados, recoger con un vuelo rasante de tu avión a una estrella de cine que viajaba en limusina, competir en circuito cerrado contra pilotos acrobáticos, recuperar tesoros de barcos semihundidos y destruir una auténtica flota de aviones y dirigibles enemigos. Algunas de estas tareas serán sencillas, pero otras son dignas de ser contadas por Roy en sus últimos suspiros de vida en la película Blade Runner.

El avión inicial es muy equilibrado. Si lo mejoramos, podremos llegar hasta el final.

El avión inicial es muy equilibrado. Si lo mejoramos, podremos llegar hasta el final.

Tal vez nada de esto te parezca el colmo dela originalidad, pero resulta que para bien o para mal, en ningún momento te bajarás de tu avión, y las misiones te obligarán a volar por el interior de pequeños hangares, pasar entre columnas o perseguir trenes por túneles, cosas que difícilmente hubieses podido hacer en un juego de aviones de la vieja escuela.

Crimson Skies transmite una gran sensación de velocidad y además, es un auténtico placer ver desde el aire las recreaciones que Zipper Interactive ha hecho de lugares como Hawai, el noroeste de la costa del Pacífico, Colorado y la isla de Manhattan.

De entre tantas aventuras vividas es imposible obviar el hecho de que Nathan Zachary es un consumado seductor estilo 007 que arrasa con todas las mujeres atractivas que se cruzan en su camino, ya sean amigas o enemigas. Todas estas victorias, tanto las sentimentales como las bélicas, son archivadas en su diario de vuelo, todo un documento que va haciendo memoria de tus progresos en el juego.Para completar Crimson Skies basta con realizar el objetivo principal de cada una de las 24 misiones, aunque en muchos casos son las misiones u objetivos secundarios los que constituyen la salsilla del juego. Estos objetivos no son imprescindibles, pero cumplirlos te permite ver cómo aparecen anotados en el diario de
Nathan y… pues ya está, nada más.

Los aviones del juego

Son muchos los aviones con los que puedes volar en Crimson Skies, así que aquí van algunos de los mejores:

  • Bristol 140 (Balmoral): Parece un primo lejano del mítico avión Mosquito, ya que su apariencia y características son similares. Destaca por su potencia de fuego. Además del armamento básico, dispone de dos torretas y puede cargar con muchos cohetes.
  • Ford (Hoplite): Todos los aviones que aparecen en este juego
    son raros, pero éste se lleva la palma. Quizás sea porque no es exactamente un avión, sino un autogiro. De todos modos, es sin duda el más ágil y maniobrable de todos.
  • Huges (Bloodhawk): Es también muy maniobrable, pero dispone de poco poder ofensivo. Su principal ventaja es la velocidad. Con un motor de gran potencia como el del resto de aviones, su ligereza hace que alcance a cualquier adversario con facilidad.
  • Huges P21-J MK III (Devastator): Es el avion favorito de los Fortune Hunters y una máquina ideal para nuestros compañeros de grupo. La característica que lo hace tan especial es su equilibrio entre armamento, velocidad, agilidad y resistencia.

Entorno gráfico y sonido

En el apartado gráfico, Crimson Skies era una pequeña joya cuando salió al mercado, con una enorme calidad y multitud de detalles que en su día me dejaron impresionado. Basta con echarle un vistazo a los árboles, a las nubes o a las caras de los pilotos para comprobarlo. Todas estas maravillas se las debemos al motor gráfico de Mechwarrior 3. Ni siquiera la segunda parte de Combat Flight Simulator, el simulador de Microsoft de la segunda guerra mundial, tenía una calidad gráfica comparable cuando salió al mercado unos meses más tarde. Por supuesto, si quieres disfrutar con la visión del espléndido aparato que estás pilotando, puedes pasar a la perspectiva en tercera persona, aunque es recomendable que mantengas la cámara desde la cabina, que es la que más te ayudará a sumergirte en el juego.

Podemos asaltar otros aviones en pleno vuelo para hacernos con ellos y, si la cosa se complica, toca saltar en paracaídas.

Podemos asaltar otros aviones en pleno vuelo para hacernos con ellos y, si la cosa se complica, toca saltar en paracaídas.

 

Crimson Skies no es sólo gráficos. De hecho, no seria lo que es sin su característica música swing que se escucha de fondo y el amplio arsenal de melodías aventureras estilo Indiana Jones cuando entras en combate. Para completar la ambientación, tienes algunos vídeos y secuencias renderizadas al principio y al final de cada misión. Algunas de estas secuencias también aparecerán automáticamente en la fase final de los abordajes a zepelines o en los momentos clave de juego, como cuando nuestro copiloto sale de la cabina para agarrarse en la escalerilla de un zepelín enemigo y así infiltrarse en pleno vuelo.

Modo multijugador

Aunque en un principio Crimson Skies iba a centrarse en el apartado multijugador, éste ha acabado reducido a complemento del modo individual. Aún así, existe un modo de duelos entre zepelines, el clásico modo deathmatch entre escuadrones y el también recurrido modo de capturar la bandera. Es posible jugar tanto en red locales como por internet. Es bastante divertido recoger la bandera que acaba de caer justo cuando un enemigo ha sido derribado. Lamentablemente no es posible disfrutar de este modo de juego a día de hoy debido a las incompatibildades del juego; y es que jugar en modo de aceleración 3D en vez del modo software ya es casi un milagro.

En resumen…

Crimson Skies es un simulador de vuelo apto para todos los públicos y tal vez un juego merecedor de estar entre los mejores títulos de acción a nivel general. Si sale una versión con las incompatibilidades corregidas en Steam, GOG o en alguna otra plataforma de ventas, recomiendo que lo probéis.

Crimson Skies [2000]
9
Obra maestra
Analizado por

EduZRO

Ingeniero informático y también jugador de PC de la vieja escuela. Odiaba las consolas, pero un día se compró una PSP y actualmente tiene 2 consolas más, aunque no ha tardado en volver a sus orígenes. Con hábitos nocturnos, le encantan las nuevas tecnologías e iniciar nuevos proyectos.

2 Comments

  1. Varok dice:

    Suena muy interesante, la verdad. Siempre me molaron mucho los simuladores de aviones, aunque jugue a muy pocos, uno en pc super viejuno, el pilotwings de snes y n64, y uno de cazas de la NDS que estaba bastante guay… quizas lo pruebe

  2. EduZRO dice:

    Pues éste lo hay también para la primera Xbox, que salió unos años más tarde y está bastante mejorado. A mi los juegos de simulación pura rara vez me enganchan salvo excepciones… prefiero un toque arcade XD. El típico chiste malo: ¿Cual es el colmo de un simulador?: Vivir en Arcade.

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