Análisis

Viaje al centro de la Tierra / Análisis

El centro de la tierra aún lo habitan dinosaurios y sigue estando lleno de flora exótica. Sólo que esta vez es una reportera con cámara digital y ordenador de última generación la que se encarga de explorarlo. Si Julio Verne levantara la cabeza…

Pocas aventuras tiran tanto del tópico como la que nos ocupa. De entrada, el rol de protagonista ha sido otorgado a una chica que parece la hermana menor de April Ryan (The Longest Journey) y Kate Walker (Syberia). Y no sólo por su físico (alta, delgada, atractiva), sino también por su carácter intrépido y por tener una profesión (en este caso, reportera gráfica) que exige viajar hasta los lugares más recónditos de la tierra. Vamos, que lo de esta chica tiene unos cuantos precedentes.

Tampoco puede aspirar a premios internacionales a la originalidad del guión del juego, una adaptación algo rutinaria de la clásica novela de Julio Verne del mismo título. Todo empieza cuando un accidente en un volcán de Islandia conduce a Ariane a las entrañas de nuestro planeta. Metida a espeleóloga involuntaria, a nuestra heroína se le queda una cara de pasmo considerable: no entiende nada de lo que la rodea. Y es que este centro de la tierra es un lugar lleno de extraños personajes, exóticos bosques de setas gigantes, sabanas ocupadas por dinosaurios, interminables puentes en suspensión y minas llenas de diamantes.

Desarrollo curvo

Viaje al centro de la Tierra consta de seis niveles, capítulos de una historia de marcada linealidad pero que, al menos, permite elegir entre dos finales distintos. Puedes optar por poner fin a las aventuras de Ariane en el cuarto nivel o seguir hasta el sexto y disfrutar del final «autentico».

De la misma manera, varios de los puzzles y objetos son complementos que no resultan imprescindibles para superar la aventura propiamente dicha. Aunque el juego puede ser completado sin prestarles atención alguna, lo cierto es que añaden algo de jugo a la historia, mejoran la inmersión y ayudan a que un producto de por sí muy breve dure un poco más.

La interfaz de apuntar y hacer clic no dista mucho de lo visto en aventuras como Runaway o Syberia. Un sencillísimo cursor automatizado se encarga de indicar qué acción es posible ejecutar en función del objeto o zona que señale (caminar, accionar, dialogar). Sin embargo, el pequeño tamaño del cursor y la inmensidad de los escenarios hacen que localizar los elementos sobre los que puedes realizar acciones no resulte todo lo cómodo y sencillo que debería. En multitud de ocasiones te ves en la frustrante obligación de retroceder porque has pasado por alto algún objeto de vital importancia en el desarrollo de la aventura.

El inventario es atractivo visualmente y fácil de usar. Basta con pulsar la tecla derecha del ratón y emergerá de la parte inferior de la pantalla. Es posible ordenar los objetos como te venga en gana (los hay a centenares), arrastrarlos para combinarlos y obtener una detallada descripción situando el cursor sobre cualquiera de ellos. Pese a su comodidad, este sistema plantea un pequeño problema: cuando está desplegado, el inventario puede ocultar a la vista del jugador artículos cruciales debido a la sustancial porción de pantalla que ocupa.

Ordenador personal

Ariane dispone de un ordenador portátil de variopintas funciones que le resulta de gran utilidad durante su aventura, además de permitirle estar en permanente contacto con el mundo exterior. Mediante una serie de prácticos iconos, puedes enviar y recibir mensajes electrónicos, consultar el álbum fotográfico y reconocer todas las especies y objetos del submundo a través de una práctica enciclopedia. Aunque la presencia de la computadora no es ni por asombro original (recuerda el Pen Ultimate de The Dig o la agenda electrónica de Midnight Nowhere), su presencia añade diversidad y profundidad al conjunto.

Viaje al centro de la Tierra no es una aventura fácil. Hay centenares de extraños objetos con los que interactuar, la mayoría de los rompecabezas son de una dificultad extrema (el juego apenas proporciona pistas) y no siempre está claro cuál es el siguiente paso a realizar. Los duchos en el tema pueden darle una oportunidad. Principiantes, mejor abstenerse.

Más Julio Verne

La obra de Julio Verne es una fuente inagotable de inspiración. Conscientes de ello, los desarrolladores de Frogwares volverán a recurrir a una de sus obras más famosos para dar forma a lo que será su tercera creación. La elegida de esta ocasión será La vuelta al mundo en 80 días, que narra las peripecias del millonario Phileas Fogg en su empeño de dar la vuelta al mundo en menos de 80 días. Se tratará de una aventura gráfica muy en la línea de Viaje al centro de la Tierra, con una interfaz de apuntar y pulsar, extraños vehículos y con los personajes más famosos de la novela.

 FICHA TÉCNICA

  • Requisitos: Procesador mínimo PIII 500 MHz, procesador recomendado PIII 600 MHz. Memoria RAM mínimo de 64 MB, memoria RAM recomendada de 128 MB. Tarjeta gráfica mínimo de 16 MB, tarjeta gráfica recomendada de 32 MB.
  • Multijugador: No presenta.
  • Idioma: Textos de pantalla y voces en español.

Viaje al Centro de la Tierra [2004]
6
Bueno
Una aventura que no se separa ni una coma de la más rancia ortodoxia del género. Interfaz sencilla, cientos de objetos que localizar, puzzles no siempre lógicos y una durabilidad que a todas luces se antoja escasa. No va a ser el juego del año, pero puede interesarte si te gustan los retos difíciles.Analizado por

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