Análisis PC

Screamer / Análisis (PC – 1995)

Screamer es un arcade de carreras desarrollado por Graffiti / Milestone que salió a la venta para PC en 1995.

Durante el primera mitad de los años 90 no eran muchos los títulos gráficamente revolucionarios que podíamos instalar en nuestro PC debido a que los más grandes necesitaban máquinas más potentes, no siendo por aquel entonces una prioridad de los ordenadores de sobremesa que de aquellas tenían un color blanco o blanco – café cremoso con el paso de los años. Lo cierto es que el empecinamiento de algunas empresas como ID software y la salida de PlayStation en 1995 [1994 en Japón] lograron impulsar una gran mejoría que terminó con la supremacía del PC frente a cualquier consola gracias a la salida de las primeras tarjetas aceleradas tan solo unos años después en una carrera que disputarían empresas especializadas en procesadores gráficos como 3DFX, Imagination Technologies (-PowerVR-) o Rendition.

Uno de los tramos más bonitos del juego.

Hay que saber quererlo; se trata de uno de los tramos más bonitos del juego.

Volviendo a los tiempos crudos pre – tarjetas aceleradoras, juegos que salieron en 1993 como Daytona USA o Rige Racer eran exclusivos de máquinas recreativas y cuando fueron portados lo hicieron a consola… bueno, Daytona USA vio la luz en PC pero en el año 1996 cuando ya no resultaba demasiado espectacular. En 1991 sin embargo nos llegaba Hard Drivin’, uno de los primeros juegos de conducción que hacía uso de polígonos con una suavidad y calidad bastante decentes. En 1994 también vio la luz en PC el primer Need for Speed, uno de los primero de emular en PC una conducción realista.

¿Screamer? En 1995, durante la gran batalla por hacer una buen juego de carreras a base de polígonos, Screamer salió para exprimir nuestro flamante procesador Pentium de primera generación. Screamer es un juego que tanto en su diseño como en su estilo de conducción arcade recuerda a Ridge Racer, pero con algún añadido más que es de esperar debido al salto temporal. Lo cierto es que a todos nos suena el nombre de Ridge Racer pero el de Screamer solamente nos suena de cuando nuestro padre trajo a casa en 1998 el primer juego de «La colección de videojuegos para PC» de El Mundo, en el que casi te regalaban el juego considerándolo además como una novedad. Esta versión es la que tengo y aunque lo llegué a instalar no le dediqué nunca más de 20 minutos porque por aquel entonces tenía mejores opciones (vale sí, y ahora también), pero sin embargo me dio por jugar a la versión disponible en GOG emulada por DOSBox que adquirí por menos de un dólar. Pasaré a relataros las 2 horas diarias que le dediqué al juego después de salir del curro durante los pasados dos días.

Tras instalar Screamer veo que puedo correr carreras estándar en una selección de 6 circuitos lo bastante variados como para tener identidad propia, cada uno con su truco pero en general no muy enrevesados, preparados para una buena sesión arcade. El número de vehículos que podemos controlar son 6 modelos, con dos variantes de cada modelo en versión de cambio automático o manual, haciendo un total de 12. Además del tipo de cambio, las versiones con cambio automático tienen mejores prestaciones que las versiones con cambio manual, además de tener otra textura para el modelo. Debajo de cada coche se muestran sus características que son velocidad punta, aceleración y agarre. Al principio me pareció un poco sinsentido lo de la variedad de vehículos y prestaciones, estando más o menos claro cuáles eran los mejores, por lo que me fui a por él y en lugar de iniciar una carrera me fui directamente al clásico torneo, en el que deberemos clasificarnos en entre los 3 primeros en todos los circuitos para alcanzar la puntuación final máxima y ganar el torneo.

Con este coche es posible pasarse el 80% de las carreras sin complicaciones.

Con este vehículo es posible pasarse el 80% de las carreras sin complicaciones.

Los controles de nuestro vehículo en Screamer son sencillos, puesto que solo podemos acelerar, frenar, girar y cambiar de marcha si procede, no estando presente el freno de mano, para mí imprescindible en estos juegos, pero vamos a perdonárselo.  A pesar de este contratiempo, deberemos aprender a dominar los giros para hacer buenos derrapes, ya que si vamos sin cuidado, los haremos mal durante las curvas y saldremos de la misma continuando el derrape con la consecuente pérdida de aceleración que conlleva, siendo en general mejor frenar un poco antes de las curvas y darlas sin derrapar, aunque todo depende del vehículo que conduzcamos.

Volviendo al torneo, éste comienza en dificultad principiante sin posibilidad de seleccionar otra dificultad, por lo que he de decir que logré ganar las 6 carreras a la primera, no hallando en ello un gran reto y además, dado que cada carrera dura 3 o 4 minutos, en media hora estaba hecho. Al finalizar el torneo, este vuelve a comenzar en dificultad media, por lo que allá me fui a por otra media hora de juego en la que también logré ganar todas las carreras a li primera. Estaba un poco frustrado con el juego pero le di otra oportunidad al último torneo, el profesional. Aquí la cosa cambiaba por completo, encontrando en Screamer un juego de los más hijos de puta que he tenido la oportunidad de jugar. Nuestros oponentes hacen ahora un pleno uso de las facultades de su coche y son ahora más agresivos, por lo que el salto en cuanto el nivel de dificultad es brutal.

La primera carrera me costó algo así como unos 12 intentos y he de decir que fue pura casualidad, porque abrirse paso entre el pelotón de coches no es fácil. Siempre salimos de últimos y nada más arrancar conseguiremos arañar 2 o 3 posiciones, pero en menos de media vuelta podemos estar en la primera posición sin demasiada dificultad, siendo el problema mantenerse. Me explico con lo de que el juego es hijo de puta; habitualmente en este tipo de juegos comenzamos a correr con cierta confianza al ir de primeros, pero aquí, un pequeño roce con un lateral de la pista y una curva que no ha salido perfecta nos pasará factura, haciendo que el segundo y el tercero nos adelanten y choquemos con ellos con casi toda probabilidad, conllevando este pequeño choque a su vez que el pelotón de 4 coches que va justo detrás (porque irá) nos masacre y nos eche de la pista para que cuando intentemos acelerar de nuevo, pasen los restantes (sucederá), nos choquen de nuevo y nos quedemos a una gran distancia por la cola. En Screamer, siempre que juguemos en profesional, alternaremos entre la primera y la última posición continuamente, puesto que ganar posiciones tampoco es demasiado complicado debido a que uno de los oponentes me ha contado que les obligan a frenar un poco para que el jugador no se aburra porque si no, nadie juega. Ahora, en esta dificultad, sí importa el tipo de vehículo, ya que  por ejemplo el que menos velocidad punta tiene es el que más agarre y aceleración posee, permitiéndonos hacer curvas perfectas y reponernos al instante en caso de chocar. Del mismo modo, un vehículo con poco agarre y mucha velocidad punta puede ser recomendable para un circuito con bastantes rectas y alguna curva de esas jodidas en las que darla derrapando puede ser una alternativa a pisar el freno. Pese a todos, este torneo puede llevarnos como mucho un par de horas… puesto que en mi caso también me terminé dos carreras a la primera, pero reconozco que me las curré mucho.

No se, no se me ocurre ningún comentario divertido.

No se, no se me ocurre ningún comentario divertido.

A mi lo más cabrón no me ha parecido lo anterior, sino que cuando tras 6 intentos de una carrera, cuando parece que a unos metros de la línea de meta la tienes en el bote, el juego se cuelga, aunque en lugar de hacer que reinicies el ordenador como ocurría hace dos décadas, el juego te enviará amablemente al escritorio de Windows en el que verás tu pantalla de DOSBox congelada. Al principio me mosquee… pero en el fondo me ha gustado recordar aquellos tiempos con un juego que ofrece la experiencia real de conducción virtual de aquella época.

Al finalizar el torneo nos darán la opción de correr de nuevo el torneo contra un coche que lleva un propulsor incorporado, por lo que su velocidad punta y aceleración no tienen rival. Al no haber otros oponentes, tampoco resulta demasiado complicado vencerlo y además, es muy divertido adelantarlo para luego frenar y poco y hacerlo chocar de modo que no nos pueda adelantar en la línea de meta… de nuevo, todas a la primera menos una carrera en la que me puse a putearlo en exceso por diversión.

Contra la dificultad de Screamer lo único que podemos hacer es seleccionar el mejor coche para cada pista, intentar adelantar sin chocar y sin forzar aunque parezca que podamos adelantar (es mejor esperar a una recta en la que adelantaremos a ese que tenemos delante y a otros dos), no abusar del freno en las curvas (es mejor soltar el freno y si lo hacemos, es mejor frenar antes de las curvas), intentar hacerlo lo mejor que podamos y rezar un par de plegarias para el factor definitivo, la suerte. Da igual que una carrera tenga 1 o 9 vueltas, la carrera se decidirá en la segunda mitad de la última aunque vayamos a la cola, por lo que es mejor no desesperarnos demasiado si lo hacemos mal, el resto es puro trámite.

Además del modo torneo, tenemos el Slalom ,que consiste en pasar entre una serie de puntos de control para ir ganando tiempo y lograr dar una vuelta completa al circuito. Además, tenemos un modo de tirar conos en el que el tiempo nos lo dan por tirarlos y el modo contrarreloj en el que nuestro enemigo es solamente el tiempo. Como vemos, el juego no da para mucho, al igual que los rivales de la competencia en su época.

Gráficamente el juego lucía bastante bien, con modos de vídeo VGA y SVGA y una fluidez en pantalla bastante buena. Los vehículos son todos lo suficientemente distintos para para resultar variados, representando cada uno a a un modelo real, puesto que el juego no cuenta con licencias. Así, tendremos un Lamborghini Countach (Shadow), un Ferrari F40 (Tiger), un Bugatti EB110 (Hammer), un Mitsubishi 3000GT (Rising Sun), un Porsche 911 turbo (Panther) y un Chevrolet Corvette C4 (Yankee). Los vehículos tendrán las luces encendidas en el circuito nocturno y todos cuentan con reflejos -simulados- del entorno.

El insoportable comentarista viaja en este helicóptero.

El insoportable comentarista viaja en este helicóptero.

La música de Screamer fue compuesta por Allister Mark Brimble (Driver, Colonization, saga Descent) y se basa en temas de rock con una clara inspiración en temas retro de otros juegos de competición de los 80. Es bastante acertada y aunque no tiene ningún tema para el recuerdo, nos acompaña de un podo muy aceptable en todas las carreras. Aunque la música venía en formato CD, en la versión de DOSBox de GOG viene incluida en otro formato. Los efectos sonoros distan mucho de ser reales pero tampoco intentan serlo, por lo que acompañan también muy bien en el tipo de conducción arcade que se nos presenta. Lo que menos me ha gustado ha sido la voz del tío que comenta la carrera, sobre todo cuando haces algo mal o cuando te quedas en última posición… aunque al menos te avisa cuando estás a punto de llegar a una curva difícil si te olvidas de mirar el mapa.

En resumen, un arcade de los de antes, divertido y que al igual que todos, no tenía mucho que ofrecer. Es muy difícil ser objetivo con este tipo de juegos tras casi 20 años, por lo que si alguien me dice en los comentarios que le suba la nota hasta un punto y medio, lo haré sin rechistar.

Screamer [1995]
7
Notable
Analizado por

EduZRO

Ingeniero informático y también jugador de PC de la vieja escuela. Odiaba las consolas, pero un día se compró una PSP y actualmente tiene 2 consolas más, aunque no ha tardado en volver a sus orígenes. Con hábitos nocturnos, le encantan las nuevas tecnologías e iniciar nuevos proyectos.

5 Comments

  1. Varok dice:

    Buen analisis!

    La verdad es que no soy mucho de juegos de carreras, pero la verdad, me recordo al Top Gear de la SNES (al que vicie bastante), en el que podíamos escoger 4 coches, manual o automático, y lo mas jodido es que teniamos gasolina limitada y debiamos parar a repostar en las fases más largas… unas risas…

  2. Varok dice:

    Buen análisis!

    La verdad es que yo no soy mucho de juegos de carreras, pero con este análisis recorde el Top Gear de Snes, juegazo de coches donde los haya… 4 coches para elegir, marchas manuales o automáticas, unas melodías pegadizas, y coches con gasolina limitada… que risas, jugando de 2, se le acababa la gasolina a unos metros de los boxes y pidiendole al segundo jugador que nos chocara para entrar y volver a la competición jajaja… la verdad es que era muy divertido, y al igual que este, parece muy facil al principio, pero despues… telita!

  3. Varok dice:

    Perdona, parecio que el primer comentario no se habia enviado, y al final doblepostee >.<

  4. Vainas dice:

    Por lo que veo, tuvo 2 continuaciones: Screamer Rally y Screamer 2. Es cierto que son joyitas vistas ahora mismo, pero en su día tuvieron su mérito, sobre todo teniendo en cuenta que están hechos por 15 personas, y que el PC no parecía el mejor sitio para un juego así.

    He visto vídeos y te dejan pasar en la última vuelta. XDD Y el comentaristas es LOL

  5. EduZRO dice:

    He estado viendo vídeos del Top Gear y la música si que es pegadiza XD Ahora mismo me marean un poco los juegos de carreras a base de fondos moviéndose lateralmente pero… era lo que había.

    Pues a mi éste no me parece malo, pero de aquellas teniendo Need for Speed… aunque son juegos muy distintos. Éste vino a mis manos cuando ya tenía el segundo Need for Speed, así que de ahí que no le dedicase tiempo.

    En éste no te dejan pasar en la última vuelta, igual fue coincidencia. Es todo un ir y venir (da igual la vuelta) entre la última posición (te pillan al mínimo descuido o sin él) y la primera (te esperan). De aquellas pocos equipos de desarrollo tenían más de 20 personas, así que estaban en la media. Sencillamente ofrecieron lo que se podía ofrecer de aquellas… que es más de lo que tenía Daytona USA y Speed Haste, también el 95.

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