Análisis PC PlayStation 3 XBox 360

Dark Souls / Análisis (XBOX 360, PS3 – 2011 / PC – 2012)

Confiemos en el ser humano.

Es difícil, está claro. Que no nos pongan demasiado a prueba, porque terminamos defraudando las mejores expectativas. Nos rendimos muy fácilmente. No somos capaces de gestionar nuestros problemas más urgentes, nos quedamos a medio camino entre la solución menos acertada y la que más cantidad de gente aprueba.

Sin embargo, es en las minorías en quien hay que confiar. Son quienes nos sorprenden con sus genialidades, quienes despuntan en esta mediocridad llamada sociedad, en la que al clavo que sobresale hay que rebajarlo e igualarlo. No despuntes en el instituto: te machacarán; no despuntes en el trabajo: irán a por ti; no despuntes en las relaciones sociales: te envidiarán.

La excelencia no acostumbra a salir en los medios. Belén Esteban, Sálvames, Gran Hermanos, Fútbol, reality shows… ellos sí. Ellos llegan a la gente, ellos ocupan los medios. Ellos venden y protagonizan portadas, los pseudoperiodistas dedican su tiempo a informar sobre cada detalle de sus existencias, y nosotros demandamos más mierda, más detritus, más, más…

Ese currante que lleva 10 años trabajando mientras estudia y lleva ya dos carreras; esa persona que se desvive por atender a los demás dejándose su salud y su dinero en el camino; ese científico que es más listo que toda la camarilla de paletos de las cámaras constituyentes. Ellos, no. Lo siento. A la gente no le interesa saber sobre el trabajo bien hecho, sobre el esfuerzo. A la gente no se le pide que valore estas cosas, se le pide que invierta en el entretenimiento fácil y rápido, en la cultura barata y de baja calidad; que no se esfuerce, que se mezcle y que se queden calladitos.

“¿Son perfectos o qué? ¿Acaso son superiores a mí, me estás ninguneando?” No. Tenemos solución. Con esfuerzo, podemos llegar a algo más. Pero es, precisamente, un poco triste que hagamos sangre de los defectos de la gente más preparada de la sociedad, que los tienen, como todos, para justificar nuestro pasotismo y dejadez. Que hay puntos negros en todas las personas, sí; que hay que valorar el conjunto y saber discriminar, también. Luchemos para igualarnos en la excelencia, no en el trabajo mal hecho.

Vivan. Las personas que nos piden un poco más. Las que creen que, en todo momento de sufrimiento y lucha, queda como producto algo bueno y valioso. Las que nos piden un esfuerzo. Las que lo recompensan. Las que nos dan los medios necesarios, ni más ni menos, para que tengamos que poner un poco de nuestra parte para avanzar y crecer.

Confiemos en el ser humano. Aún hay cosas por las que merece la pena poner de nuestra parte.

Dark Souls [2011]
9
Obra maestra
Analizado por

vainas

Con un pasado y presente consolero, actualmente disfruta también de las viejas glorias de PC. Un analista implacable que juega a todo lo que se le cruza, da igual el género, puede con todo.

4 Comments

  1. neeonez dice:

    Poso en el suelo mi afilada gran espada de acero, me quito mi armadura de cota de malla élfica, me agacho y me quito el casco ante este análisis-reflexión durante unos minutos. Como decíamos un día, es muy fácil competir con los de abajo y frustrante hacerlo contra los que están por encima o disponen de más recursos. Pero entrando un poco en el juego; ¿Qué es más gratificante? Volvamos a la batalla.

  2. vainas dice:

    El juego es una maravilla, es un «action RPG» en el que cada avance es gratificante sobremanera. No es que sea difícil, es que estamos tan acostumbrados a que los juegos hayan bajado su nivel y nos lleven tanto de la mano, que al encontrarse con un juego que no te da nada regalado las primeras horas pueden llegar a costar.

    El sistema de combate es genial, así como las posibilidades de creación del personaje (te puedes crear lo que quieras). El juego es largo, y a partir de llegar a una localización llamada Anor Londo, el juego se vuelve mucho más sencillo.

    Además, está plagado de zonas secretas, enemigos ocultos, hermandades… un montón de contenido oculto y largo, muy muy cuidado.

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